Pals da la bienvenida en la distancia, justo en el momento en que vemos, en el horizonte, la silueta de su muralla abrazando la villa, de donde sobresalen la iglesia y la majestuosa torre de las Horas.
Pasear por las calles y callejuelas de la villa nos transporta directamente a la época medieval: encontramos bóvedas de piedra, arcos de herradura, portaladas y ventanas románicas, góticas, etc.
La playa de Pals es amplia y arenosa, ideal per disfrutarla en familia, practicar deportes acuáticos, pasear o descansar. Otras playas extraordinarias cercanas a Pals son: las calas de Begur, las de Calella de Palafrugell, Tamariu i Llafranc, la playa de Castell de Palamós, etc.
Pals nos obsequia con un paisaje idílico. Destaca la montaña del Quermany; la extensa llanura agrícola; la zona de humedales, los arrozales, y la playa. Las balsas de Coll de Pals, espacio protegido incluido en el parque natural, es una zona de humedales con dunas y vegetación autóctona (sauces, olmos, cañaverales y carrizales) de alto valor ecológico donde se cultiva el arroz. También es un punto de encuentro y nidificación de diversas especies de aves (avetorillo común, etc…) y otros animales, es un espacio destacado dentro de esta reserva natural.